Una enfermedad respiratoria es un término utilizado para referirse a una serie de condiciones que afectan el sistema respiratorio. Por lo tanto, cualquier condición que afecta a los pulmones, los bronquios, el tracto respiratorio superior, la tráquea, la cavidad pleural o incluso los nervios y músculos utilizados en la respiración, puede ser denominado como una enfermedad respiratoria.


Una infección, una reacción a la histamina o una irritación prolongada pueden afectar negativamente el sistema respiratorio. Puede dar como resultado una variedad de dolencias, que van desde las alergias leves o congestión nasas hasta el asma más grave o difteria.


La atención médica y el diagnóstico son absolutamente esenciales para cualquier dolencia respiratoria que sea grave o persistente. Sin embargo, las condiciones más leves pueden resolverse fácilmente con la ayuda de remedios caseros naturales y simples. El ámbito de aplicación de remedios caseros es muy amplio. Se pueden utilizar sólo o en combinación con los tratamientos convencionales.

Entre las enfermedades respiratorias más comunes en nuestro medio están:

Amigdalitis

es la inflamación de las amígdalas debido a una infección, lo que hace que se inflame y duela. Los síntomas de amigdalitis incluyen: dolor de garganta, amígdalas rojas e inflamadas, dolor al tragar, pérdida de la voz, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y manchas blancas en las amígdalas.


Se puede tratar con aceites esenciales como melaleuca/árbol de té, On Guard, ambos pueden usarse de manera tópica como aromática.

Bronquitis

es la inflamación de los bronquios (los conductos que van desde la tráquea hasta los pulmones). Los síntomas incluyen tos, disnea y flema espesa.
Se puede tratar con aceite de eucalipto, tomillo, albahaca, breathe, tanto de forma aromática como tópica.

Estreptococo:

la faringitis estreptocócica es una infección de garganta causada por la bacteria estreptococo. Esta infección causa que la garganta y las amígdalas se inflamen y se hinchen, lo que resulta en un fuerte dolor de garganta.
Los síntomas de la faringitis estreptocócica incluyen un repentino dolor de garganta, dolor al tragar, fiebre alta, inflamación de las amígdalas y ganglios linfáticos, manchas blancas en la parte posterior de la garganta, erupciones en la piel y a veces vómitos.
Se puede tratar con aceite On Guard, tópico como aromático.

Laringitis:

es una inflamación e hinchazón de la caja sonora (llamada laringe) que hace que la oz suene ronca o carrasposa. La laringitis comúnmente es causada por virus, alergias o el uso excesivo de la voz.
Se puede utilizar aceite de sándalo, de forma aromática y tópica, es decir, aplicar en el cuello y los puntos reflejo en los pies. También aceite de Lavanda de forma aromática.

Tos:

es una repentina liberación explosiva de aire de los pulmones para ayudar a eliminar el exceso de modo, un agente irritante u otros materiales de las vías respiratorias. Una hidratación adecuada o la inhalación de vapor pueden ayudar a aflojar las secreciones, lo que facilita su eliminación.
Se puede utilizar la mezcla respiratoria o breathe de forma aplicada o tópica.

CONSEJOS DE USO

ya sea como medidas preventivas (para eliminar los organismos patógenos presentes en el aire y esterilizar el aire) o para resolver problemas respiratorios, los aceites esenciales son excelentes para “limpiar el aire”, tanto en el medio ambiente como en el propio sistema respiratorio del cuerpo, así como a controlar diversos factores propicios a su proliferación.


• Aromático: vaporizar (usando un difusor) o inhalar aceites seleccionados. Para un tratamiento rápido, colocar gotas/s de aceite en las manos, frotarlas, ahuecarlas sobre la nariz y en el área de la boca (puede evitarse tocar la cara) e inhalar profundamente por la boca y la nariz en repetidas ocasiones. Además, los aceites pueden ser aplicados debajo de la nariz, en la ropa o en la ropa de cama, o en joyas hechas para vaporizar o para generar una exposición de larga duración por inhalación.


• Tópico: frotar los aceites en el pecho (también por el beneficio aromático), espalda, frente (senos) y en el lado posterior de los dedos y la planta del pie (puntos reflejos de la cabeza y el pecho).


• Interno: colocar gotas de aceite en una cápsula o en agua para un refuerzo sistémico o crónico.

• Superficies: crea una mezcla de aceites esenciales en agua utilizando agua de hamamelis para rociar superficies como encimeras y pomos de puerta con fines limpiadora, también ayudando en la erradicación de bacterias, virus, hongos u otros gérmenes nocivos

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